Acabo de llegar a Madrid después de un intensísimo viaje por Birmania. Hemos recorrido el país a pie, en bicicleta y en autobuses repletos y saltarines. Ha sido un viaje iniciático en el que me he dado cuenta de muchas cosas, pero sobre todo de una: en el camino hacia el bienestar y el progreso, nos hemos dejado cosas esenciales y muy simples en el camino.
Al final de mi viaje me he enterado de la muerte de Mario. Esta será la cuarta entrada dedicada a él. No es difícil repetir homenajes a este uruguayo genial. No os salvéis.
"El lado oscuro del corazón" (1992) de Eliseo Subiela
No hay comentarios:
Publicar un comentario