Simbiosis espectacular de Borges y Huidobro. La primera frase es del argentino, de su poema "El Amenazado" de 1972. El resto del poema es del chileno. Se trata de un fragmento del "Canto II" perteneciente al libro Altazor publicado en 1931.
Escena de "El lado oscuro del corazón II" (2001) de Eliseo Subiela
Si yo fuera Dios y tuviese el secreto, haríaun ser exacto a ti; lo probaría (a la manera de los panaderos cuando prueban el pan, es decir: con la boca), y si ese sabor fuese igual al tuyo, o sea tu mismo olor, y tu manera de sonreír, y de guardar silencio, y de estrechar mi mano estrictamente, y de besarnos sin hacernos daño -de esto sí estoy seguro: pongo tanta atención cuando te beso; entonces, si yo fuese Dios, podría repetirte y repetirte, siempre la misma y siempre diferente, sin cansarme jamás del juego idéntico, sin desdeñar tampoco la que fuiste por la que ibas a ser dentro de nada; ya no sé si me explico, pero quiero aclarar que si yo fuese Dios, haría lo posible por ser Ángel González para quererte tal como te quiero, para aguardar con calma a que te crees tú misma cada día, a que sorprendas todas las mañanas la luz recién nacida con tu propia luz, y corras la cortina impalpable que separa el sueño de la vida, resucitándome con tu palabra, Lázaro alegre, yo, mojado todavía de sombras y pereza, sorprendido y absorto en la contemplación de todo aquello que, en unión de mí mismo, recuperas y salvas, mueves, dejas abandonado cuando -luego- callas... (Escucho tu silencio. Oigo constelaciones: existes. Creo en ti. Eres. Me basta).
"Me basta así" (1965) de Ángel González
El poema musicalizado por Pedro Guerra y con la voz del propio Ángel González
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar.
Antonio Machado (1912). Incluido en Campos de Castilla en el apartado Proverbios y Cantares.
"Cantares" (1987) de Joan Manuel Serrat, a partir de varios de los Cantares de Antonio Machado
"Le baiser de l'hôtel de ville" (1950) de Robert Doisneau
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
Capítulo 7 de "Rayuela" (1963) de Julio Cortázar
Capítulo 7 de "Rayuela" en la voz de su autor, Julio Cortázar. En el 25 aniversario de su muerte con eterna gratitud por todo lo que me has dado.
Cuando se intenta suplantar a otro, suceden estas cosas. Muchas veces intentamos ser quienes no somos o aparentar algo que no somos, copiando modelos de otros o hablando por boca de otros y diciendo cosas en las que no creemos. Ahí, siempre se fracasa a largo plazo, y los pequeños éxitos inmediatos desaparecen tan rápido como llegaron.
Escena de "La mala educación" (2004) de Pedro Almodóvar. La canción que suena de fondo es "Cuore matto" (1967) de Little Tony.